El precio de venta de una vivienda lo pone el mercado, ni el vendedor ni el agente inmobiliario. Para conseguir que tu vivienda sea atractiva y cause interés es importante fijar un precio justo desde el principio, que no aleje a posibles compradores y que aproveche el empujón inicial de las propiedades al comienzo de su venta.
Pedir mucho por la vivienda es una técnica habitual que no aporta ningún beneficio y menos en los tiempos que corren.
En Qcasas te ayudaremos a establecer un precio de venta justo y atractivo a partir de la información que obtengamos del mercado.
Generalmente las mejores ofertas para la compra de una vivienda se reciben entre los 30 primeros días de su puesta a venta. Si ponemos un precio de venta muy elevado ayudaremos a otros vendedores a vender su casa demostrando que es una buena oportunidad.
Hay que tener en cuenta que los compradores no suelen acudir a ver una vivienda si el precio no está dentro de sus posibilidades. Así que aunque pensemos en negociar y bajar el precio, sin visitas no podremos hacerlo. Por ello remarcamos de nuevo la importancia de poner un precio justo desde el comienzo de la venta.
De cualquier forma, aunque existiese una oferta para tu vivienda con un precio elevado, el banco si tiene información sobre el mercado y puede decidir no facilitarle el préstamo al comprador, por lo que se tendría que bajar el precio.
Es fácil, el precio es demasiado elevado. El precio de mercado es el que es, por lo que el precio que le pongas a tu vivienda debe estar acorde y ser flexible. Además, debes estar abierto a todas las ofertas que te lleguen.
Debes colocar y decorar la casa en un estilo neutro para que guste al mayor número de personas y causarles un buen primer impacto que te ayude a la venta en un corto plazo.
Cualquier posible comprador que visite la casa debe imaginarse viviendo en ella, por lo que el orden y la limpieza deben ser fundamentales. No se trata de reformar la casa, solo de despersonalizarla y reorganizar los espacios para que parezca más amplia, con más luminosidad y más alegre. Además, si conoces algunos de los problemas de tu casa es mejor repararlos antes de que un posible comprador se de cuenta de ellos.
Para conseguirlo te recomendamos:
Retirar fotografías y adornos familiares.
Pintar las paredes de colores neutros que le darán mayor amplitud, luminosidad y gustará a casi todo el mundo.
Reparar temas de fontanería, iluminación, humedades o pequeños desperfectos que pueden bajar el precio de venta.
No sobrecargar los espacios y paredes.
Menos es más, por lo que te proponemos deshacerte de algún mueble que estorbe y haga más pequeño el espacio.
En la cocina y baño se debe guardar todo lo personal y evitar malos olores.
Evitar ruidos molestos.
Abrir persianas y cortinas para que entre la luz natural.
Se trata de un impuesto obligatorio cuyo hecho imponible está constituido por la propiedad de bienes inmuebles o por la titularidad de derechos reales sobre estos bienes. Además, grava el valor de los inmuebles, coincidiendo con el valor catastral de los mismos, y se aplica un tipo de gravamen establecido por los Ayuntamientos dentro de unos límites máximos y mínimos establecidos por la ley.
Para comprar una casa el último trámite que debemos realizar es la escritura pública. Es una escritura firmada ante notario en la que se plantean las cláusulas de compraventa de la vivienda. El notario debe leer y explicar el documento entero para asegurarse de que ambas partes han entendido correctamente lo que van a firmar.
Posteriormente, dicha escritura debe ser inscrita en el Registro de la Propiedad.
Antes de comprar una vivienda es importante conocer la situación en la que se encuentra respecto a los pagos. Para ello podemos acudir a la información que nos proporciona el Registro de la Propiedad correspondiente o al Administrador de la comunidad. En el caso de que exista una deuda, el comprador podrá retener el saldo pendiente y un importe adicional en concepto de provisión de fondos para cancelar la deuda en el Registro de la Propiedad.
Cuando hablamos de un piso ya usado o rehabilitado necesitamos la cédula de habitabilidad o primera ocupación. Con ella certificamos que la vivienda cumple los requisitos legales para ser habitada. Hay que tener en cuenta que este documento caduca cada 15 años, por lo que es recomendable comprobar que está en vigor.
Además, es necesario el título de la propiedad, el certificado de cargas y el plano del inmueble. Por otro lado, el vendedor deberá aportar los boletines de suministros de la vivienda, las garantías de la vivienda, los datos registrales, escritura de compraventa y el comprobante de pago del IBI.
Impuestos como el Impuesto sobre el Valor Añadido, o el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados para los que existen ciertas bonificaciones o exenciones en función de las características personales del comprador.
Gastos de Notaría que corresponden a los honorarios del Notario por otorgar la escritura de compraventa. Estos gastos varían en función del precio de venta establecido.
Gastos de Registro correspondientes a los honorarios del Registrador encargado de inscribir la compraventa en el Registro de la Propiedad. Dichos gastos también varían en función del precio de venta.
Gastos de Gestión y Tramitación correspondientes a los honorarios de la Gestoría encargada de realizar trámites cómo el pago de impuestos, presentación de la inscripción en el Registro, alterar la titularidad en el Catastro…
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